Todavía faltan ocho días para que comience, pero ya huele a primavera.
Otra vez el viento del suroreste fue el protagonista del día, ofreciendo muy pequeñas treguas.
Solos los incondicionales se metieron ayer al agua aprovechando la bajada de la fuerza del mar.
Una vez pasado el desfase de viento, olas, y marea del fin de semana, nos esperan unos días de relativa calma, suficiente como para permitirnos volver a nuestras playas.
Un atardecer frío, forzado por el viento del este, no animó a muchos a entrar a Meñakoz.