Vigésimo aniversario de la muerte de Malik Joyeux
Murió en Pipeline, en un día en el que el tamaño de las olas no hacían prever tan trágico acontecimiento; él había ganado años antes el Billabong XXL.
A principios de los 2000, el nombre de Malik Joyeux comenzó a sonar con fuerza entre los mejores surfistas de olas grandes. Era habitual verlo en Teahupo’o afrontando secciones que parecían impenetrables, moviéndose con una serenidad que inspiraba confianza incluso en los días más críticos. Su estilo era limpio, fluido y técnico, pero también cargado de una valentía que muchos describían como “tranquila”.
El 2 de diciembre de 2005, durante una sesión matinal en Pipeline, Malik Joyeux sufrió un accidente que le costó la vida. Las condiciones eran potentes pero manejables, con olas entre dos y tres metros, aunque con secciones rápidas y huecas. Vamos, un día cualquiera durante el invierno en el North Shore.
En una de las olas, Malik realizó late take off, tratando de colocarse en el tubo. Según relataron algunos surfistas que estaban en el pico, pinchó la punta en el agua. Joyeux salió despedido hacia adelante y desapareció en el laberinto de espuma y corriente. No volvió a la superficie.
Los surfistas que se dieron cuenta del accidente iniciaron de inmediato la búsqueda. Minutos después, lo encontraron inconsciente, con la tabla rota, arrastrado por la corriente hacia la zona más crítica del arrecife. Fue llevado a la orilla y se intentó reanimarlo, pero ya era tarde. Malik había perdido la vida.
El forense determinó que el impacto contra el fondo o el fuerte golpe de la caída le produjo un traumatismo que le impidió salir a flote.
Hoy tendría 40 años cumplidos.
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