Publicada hoy en el Diario Vasco:

Sin tiempo para digerir el segundo puesto logrado en Lacanau, Aritz Aranburu inicia hoy, quizás mañana según cómo se comporte el mar, su participación en el Super Series de Hossegor. «El QS es así. No hay tiempo para el descanso y hay que volver a empezar de cero», asegura.

- ¿Qué ha hecho en el día después?

- Me he acercado paseando hasta el club de surf. El tiempo no era muy bueno, llovía a ratos, pero he podido estar con algunos de mis amigos, como Axi (Muniain), además de poder estar con mi entrenador Aitor Francesena
- ¿Y qué le dicen?

- Me animan, me dicen que siga por el mismo camino, que el objetivo cada vez está más cerca y que es ahora cuando más hay que trabajar. No les quito la razón. Podría ser que nunca más se repitiera una oportunidad igual.

- No le voy a preguntar por el WCT. Usted ha repetido por activa y por pasiva que hay que ir paso a paso.

- Los que son amigos de verdad ya saben cuál es mi situación. No me hablan de puntos ni de un futuro ligado al WCT. Saben de la dificultad que conlleva...


- ¿El camino es el que está trazando esta temporada?

- Siempre digo que lo que yo quiero es disfrutar de mi surf y afrontar cada prueba como si fuera la última. Si me cargo con más presión de la que ya tengo, eso irá en mi contra. Sé que la competición en el QS es muy traicionera. Un descuido puede hacer que te vayas a casa en primera ronda. Ya me ocurrió hace nada en Inglaterra y Japón. Venía de lograr un buen resultado en Estados Unidos y me fui a casa a la primera. El nivel es altísimo y la igualdad, también.

- Repase la final de Lacanau. ¿Qué piensa?

- Una pena. En cuartos y semis conecté mucho más. En la final me pasé toda la manga remando, buscando como loco una buena opción. Para más inri, cuando entraron olas surfeables Jordy (Smith) gozó de la prioridad. Así ocurrió cuando él sacó un nueve en los últimos minutos.

- ¿Recordaba una manga tan exigente a nivel físico?

- La última jornada resultó durísima. Pocas veces he sufrido tanto. El mar tenía mucha fuerza, el viento también soplaba lo suyo y hubo que vaciarse en cada manga. Las condiciones del mar no eran nada fáciles para surfear.

- Siga.

- Me hubiese gustado poder demostrar lo que yo sé hacer, como hice en las rondas anteriores. No me vinieron olas y no pude ofrecer nada en la final, aunque el mismo día, en cuartos y semifinales, creo que estuve a gran nivel ganándome merecidamente el pase a la final. Pese a todo, me voy del campeonato con buenas sensaciones, consciente de que ha existido una manga en la que no han cuadrado las cosas.

- Ayer empezó Hossegor. Eneko Acero cayó eliminado. Hodei Collazo sigue en liza. ¿Cómo la afronta?

- Empiezo de cero. Es cierto que salgo motivado de Lacanau porque un buen resultado siempre te anima, pero el de Hossegor es otro campeonato diferente. Ya he disfrutado de las mieles del éxito y ahora tengo que cambiar el chip. Sé que no pasar mangas supone no sumar puntos para la general. Hay que centrarse en Hossegor y olvidarse de lo ocurrido en Lacanau.

- ¿Qué le venía a la cabeza en el podio de una prueba histórica como la de Lacanau?

- Lo que piensas es que empezamos el campeonato doscientas personas y que terminar entre los dos primeros es todo un honor. Lacanau es un sitio al que he solido moverme mucho. Es increíble subir al mismo podio en el que un día estuvieron Kelly Slater o Rob Machado.

- Y además, con el respaldo de la afición zarauztarra en directo.

- Les estoy infinitamente agradecido. Fue otro aliciente más. Verles en Lacanau supuso una alegría inmensa. Al verles pensé que tenía que hacer todo lo posible para no caer en cuartos de final.

- ¿Qué va a hacer con la guitarra eléctrica que le regalaron?

- (Ríe). Ni me lo he planteado. No soy muy amigo de las guitarras. Lo que sí guardaré bajo llave será la Play Station. Ahora las esperas de aeropuerto y las horas de avión se harán más amenas.