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Surfistas de leyenda: Tom Carroll

- abril 14, 2022 - Comenta
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De tan solo 1,67 metros de altura pero de un caracter inquebrantable, su historia es tan turbulenta y apasionante, que ha dado para escribir varios libros.

Thomas Victor Carroll nació el 29 de noviembre de 1961 en Newport, Nueva Gales del Sur, Australia.

La madre de Tom Carroll murió de cáncer cuando el tan solo tenía siete años. El último regalo que su madre le hizo, fue en navidades. Era una tabla de surf.

Comenzó a surfear a los ocho años, y en la adolescencia comenzó a destacar sobre los demás. Dos veces campeón de Nueva Gales del Sur y dos veces ganador del prestigioso Pro Junior , con 18 años se unió al IPS World Tour (precursora de la ASP).

En ese año sufrió su primera lesión de rodilla que casi le apartó del surfing profesional para siempre.

Su persistencia y su afán de victoria le llevaron a desatender los consejos de los médicos. En 1982 finalizó la temporada entre los cinco primeros y además dominó con autoridad la World Cup en olas de tres metros en Sunset. En 1983 obtuvo su premio en forma de título mundial de la recién creada ASP ganando seis de las 13 pruebas y convirtiéndose en el primer goofy en ganar el campeonato, y repitió en 1984, esta vez ganando solo 2 de 24.

Carroll era el favorito para repetir victoria en la temporada 85/86, pero tomó una decisión que le haría perder las posibilidades de revalidarlo, pero que a la vez le incluiría en la historia.

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Ese año, el dos veces campeón del mundo optó por boicotear el Gunston 500 en Sudáfrica, del que fue campeón el año anterior. En aquella época, el apartheid estaba en uno de sus momentos más álgidos en Sudáfrica, donde una minoría blanca dominaba con mano de hierro a la mayoría negra. Nelson Mandela llevaba 22 años encarcelado, y en el país se vivía una convulsión social.

Cada vez que visitaba el país para competir, el australiano no se sentía a gusto y eso que era blanco. A los surfistas hawaianos se les denegaba el acceso a muchas de las playas, e incluso a Dane Kelahoa, ganador del Pipe Masters, o al mítico Eddie Aikau, les negaron el acceso a muchos restaurante y hoteles años antes.

Un grupo de surfistas profesionales, entre los que se encontraban el propio Carroll, el también sudafricano Cheyen Horan, Tom Curren, y Martin Potter, un sudafricano, con lo que eso suponía en esa época, decidieron boicotear la prueba y no acudieron a competir.

La organización del campeonato se limitó a declarar que "no mantemos ningún posicionamiento político", y la ASP, además de multarles, les sancionó. Mark Occhilupo ganó en la final al sudafricano Shaun Tomson, pero realmente fue ese grupo de surfistas los que consiguieron un pequeños hueco en la historia. Años más tarde, Carroll tuvo la oportunidad de conocer a Nelson Mandela y hablar sobre aquel momento.

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Ese año fue Tom Curren el campeón del mundo, y repetiría al año siguiente. Carroll no volvería a ganar otra vez el campeonato del mundo, pero en 1988 hizo historia otra vez al asegurarse un contrato de un millón de dólares con Quiksilver. Acabó tercero ese año, y repitió en 1991, consiguiendo la Triple Corona hawaiana ese año, antes de retirarse en 1993.


Durante tuvo que lidiar con numerosas lesiones comenzando con una gran herida infectada en 1978, una rotura de estómago en 1979, una reconstrucción de la rodilla en 1981, roturas de ligamento del tobillo y espalda y una conmoción cerebral en 1996.

Pero al australiano también se le recordará por sus sombras, sombras muy oscuras algunas.

Su relación con las drogas, con las que estuvo coqueteando desde los años 80, quizá fuera la más destacada. Primero fue la cocaína, luego el LSD, hasta acabar enganchado a la meta en el 2002. Como explicaba su hermano Nick en el programa 60 minutos hace ya seis años: "No paró cuando dejó de ser surfista profesional; no paró cuando tuvo a sus hijos; a ese paso se iba a matar".

Fue justamente su hermano mayor, Nick, el que le ayudó a superar su adicción a las drogas y el alcohol. En el 2006 Carroll ingresó en un hospital privado para su rehabilitación, y ya lleva limpio 13 años.


Estas no fueron las únicas tragedias a las que ha tenido que enfrentarse en su vida. En 1987, tres años después de ganar su segundo campeonato del mundo, llegaba a la final del Pipeline Masters y la ganaba por primera vez solo horas más tarde de enterarse que su hermana había muerto en un accidente de tráfico. Ese día surfeó Pipeline como nadie lo había surfeado hasta entonces.


Una vez retirado ha seguido surfeando, especialmente buscando las olas más grandes junto con su gran amigo y compañero Ross Clark Jones.


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