Suspenden La Copa Británica de surf por incidentes entre surfistas y competidores
La Copa Británica de surf, que se disputaba el pasado fin de semana en Thurso, Escocia, terminó de la peor manera posible: con las semifinales femeninas suspendidas tras un incidente grave entre varios surfistas locales y las competidoras que estaban en ese momento en el agua
Según informan medios británicos, un grupo de entre tres y cinco hombres entró al agua en pleno desarrollo de las mangas, interrumpiendo la competición y profiriendo insultos a las participantes, algunas de ellas menores de edad. Testigos aseguran que los locales mostraron una actitud claramente intimidatoria, llegando incluso a surfear olas en medio de las competidoras. Una de ellas, presuntamente la joven Lila Skinner, hija del conocido surfista Ben Skinner, fue arrollada por uno de los intrusos, cayendo al agua.
La organización detuvo de inmediato la prueba y dio aviso a la Policía local, que ya ha abierto una investigación. GB Surfing, el organismo rector del surf británico, emitió un comunicado calificando los hechos como “inaceptables” y asegurando que se tomarán medidas para que “este tipo de comportamientos no vuelvan a repetirse”.
Entre los surfistas identificados en el agua se encontraba el conocido free surfer Ian Battrick, quien reconoció haber entrado al pico durante la competición, pero negó cualquier tipo de agresión o insulto. “Cometí un error. Fue egoísta y poco reflexivo. No pensé en cómo podría afectar a los competidores ni a los organizadores. Asumo toda la responsabilidad. Estuvo mal y pido disculpas”, escribió Battrick en Instagram.
El surfista, sin embargo, sostiene que las reacciones a sus actos han sido exageradas . “Se han dicho cosas terribles, muchas de ellas falsas. No agredí ni insulté a nadie. Hay vídeos y testigos que lo demuestran. Puedo aceptar que me critiquen por haberme metido cuando no debía, pero el odio y las mentiras que han seguido son desproporcionados”, añadió.
A pesar de su disculpa pública, la polémica sigue viva. Mientras algunos locales de Thurso han defendido la postura de proteger “sus olas” frente a los campeonatos, la mayoría de la comunidad surfista británica ha condenado enérgicamente el incidente. “Esto no representa el surf escocés”, declaró el joven surfista Ben Larg, surfista profesional.
La Copa Británica reanudará las semifinales y finales femeninas en una nueva fecha y posiblemente en otra sede, con la promesa de reforzar la seguridad y evitar que se repita una situación similar.
Thurso, considerado uno de los mejores spots de olas potentes del norte de Europa, ha sido sede de varias pruebas del circuito QS en el pasado. No es la primera vez que surgen tensiones con surfistas locales: en 2011, el francés Charles Martin fue atacado por un grupo de hasta quince personas tras un altercado en el agua, episodio que terminó con su arresto y la pérdida de su patrocinador.
El incidente de este fin de semana, sin embargo, ha abierto un debate más amplio sobre el localismo, el respeto y los límites del surf libre frente a los campeonatos oficiales. Porque lo ocurrido en Thurso, que ya sucedió no hace mucho en Seignosse, cuando surfistas franceses ignoraron las órdenes de los socorristas, y las indicaciones de la organización, y remaron hacia la zona en la que se celebraba el Campeonato Universitario de Alemania, se empieza a repetir en demasiadas ocasiones.
¿Basta con un permiso de la autoridad competente para que se cierre una ola al resto de la gente? Es cuestionable, cierto, pero nunca usando la fuerza.
Merece la pena leer el post íntegro de Ian Battrick, que he dejado arriba y que traduzco aquí para mejor comprensión de la situación:
El surf ha sido toda mi vida — no solo un deporte o un trabajo, sino algo que ha moldeado quién soy. El océano siempre ha sido mi lugar de paz, mi comunidad y mi brújula. He pasado años trabajando dentro del mundo del surf, construyendo una vida alrededor de las mareas, el viento y la tranquila alegría de estar en el agua. Soy introvertido por naturaleza — más feliz cuando todo está en calma, cuando puedo hacer en silencio lo que amo.
Durante la reciente competición de surf, cometí un error. El evento aún estaba en curso, y decidí entrar al agua cuando no debía hacerlo. Fue un acto egoísta e irreflexivo. No pensé en cómo eso podría afectar a los competidores o a quienes habían trabajado duro para que el evento tuviera lugar. Asumo toda la responsabilidad por esa decisión. Estuvo mal, y lamento profundamente haber faltado al respeto o molestado a alguien por ello. No puedo deshacerlo, pero quiero dejar claro que se debió a un mal juicio, no a una mala intención. Se había acordado varios días antes con el North Shore Surf Club que podríamos surfear libremente después de las 3 p. m. Además, el comentarista también explicaba claramente que en ese momento se permitía el surf libre — ver el VIDEO 1. Y este tipo de cosas también ocurren en rompientes durante competiciones en todo el mundo.
Lo que ha ocurrido después ha sido devastador. En los días posteriores comenzaron a circular rumores en internet — historias que decían que había agredido a personas o insultado a otros en el agua. Nada de eso es cierto. Había transmisiones en directo y mucha gente alrededor, y aun así esas historias siguieron creciendo, cambiando de forma con cada publicación. Ver tu nombre y tu carácter distorsionados hasta volverse irreconocibles es un tipo de dolor difícil de describir.
Puedo aceptar que se me señale por cualquier error que yo haya cometido personalmente. Eso lo merezco. Pero lo que ha venido después — el odio, los insultos, las mentiras — ha ido mucho más allá de la rendición de cuentas. He recibido cientos de mensajes y comentarios de personas que ni siquiera conozco, muchos de ellos crueles y profundamente personales. Algunas personas han tenido miedo de decir la verdad porque sus palabras son borradas o silenciadas. Ha sido abrumador.
He hablado con la policía porque el acoso se ha vuelto serio, pero sobre todo quiero que esto sirva como recordatorio: las palabras en internet tienen un peso real. Llegan a personas reales, con familias, trabajos y vidas. Nunca sabes realmente lo que alguien está atravesando — y unas pocas publicaciones irresponsables pueden causar un daño real a la salud mental y al bienestar de una persona.
A la comunidad del surf: lo siento. Amo este mundo y a las personas que forman parte de él. Mis acciones aquel día alteraron algo que me importa profundamente, y lo lamento más de lo que puedo expresar. Espero que, con el tiempo, todos podamos avanzar con más amabilidad, comprensión y compasión — tanto en el agua como en internet.
A todos los que se han acercado con empatía y cariño: gracias. Su amabilidad me ha recordado que, incluso cuando todo parece oscuro, sigue habiendo mucha bondad ahí fuera.
En las últimas 48 horas han circulado varias acusaciones graves sobre mi conducta. Para aclarar:
- Mientras estaba en el agua, me mantuve alejado de los demás y cedí las olas a los competidores.
- En una ola que cerraba, fui arrastrado bajo el agua y, al salir a la superficie, mi tabla se enredó brevemente con la de un competidor que —sin que yo lo supiera— había saltado por dentro. Llegó otra ola inmediatamente y ambos continuamos. No hubo intención de interferir con el evento ni con ningún competidor. Pueden ver el video aquí (video 2).
- Definitivamente no tiré a la chica contra el reef.
- El competidor al que supuestamente hice una aguadilla ha confirmado que eso no ocurrió.
- No grité, o insulté a nadie.
- Hay dos transmisiones en directo que cubren el periodo en cuestión y muestran mi comportamiento, con unas 200 personas presenciando la competición. Con la cantidad de abusos que estoy recibiendo en internet, si algo de eso fuera cierto, también debería verse ahí.
- No salté ninguna ola a nadie.
- Cogí 4 olas en dos horas, y solo cuando no había gente cerca o bien dentro.
Al salir del agua —porque un amigo remó hacia mí para avisarme de que acababa de ver a cuatro personas vandalizando mi furgoneta— me vi rodeado por una gran multitud, durante la cual fui empujado físicamente y amenazado con un puño levantado por alguien de Jersey.
La policía estaba presente y fue testigo de todos estos hechos a medida que ocurrían. He presentado una declaración y estoy colaborando plenamente con ellos.
Esta situación afecta no solo a mi reputación personal, sino también a un negocio en el que participo. He documentado y guardado todas las capturas de pantalla y vídeos de los abusos en todos los canales, mensajes, artículos y publicaciones difamatorias que he recibido, y los he entregado a las autoridades correspondientes y a mi abogado.
Soy plenamente consciente de la percepción que mucha gente tiene de mí. He oído muchas historias falsas sobre mí en el pasado y suelo tomarlas con humor. Pero esto no puedo hacerlo, y necesito contar mi versión.
Por algo que no he hecho, y sin ninguna prueba, me alarma la cantidad de odio y delitos de odio que se han viralizado en internet — la mayoría procedentes, tristemente, de mi propia isla natal. Además, cualquiera que escriba algo positivo sobre mí ve cómo sus publicaciones son eliminadas o ellos mismos son atacados con odio.
No estoy en absoluto en contra de las competiciones, porque las apoyo económicamente. Durante la última década he patrocinado eventos de surf en Escocia, a la Federación Escocesa de Surf, a numerosos hombres, mujeres, niños y también al North Shore Surf Club.
Estoy comprometido a resolver esto de manera constructiva y respetuosa. Pido a la comunidad que se abstenga de acosar y permita que los procesos adecuados sigan su curso. Respeto a los atletas —especialmente a los competidores más jóvenes— y lamento cualquier malestar causado.
Gracias.

Una noticia en la que llaman "intrusos" a los locales ya quda muy clara cómo se posiciona...
ResponderEliminarSiendo en Thurso, igual a los locales sí se les llama inthrursos....y con el traductor se ha hecho un lio el amigo surf30 (nota: esta broma está generada por IA)
EliminarEs que ya vale de campeonatos que no interesan a nadie!
ResponderEliminarSe quedan la playa para ellos, pasan por encima de locales... para su rollo pichipro que , repito, no interesa a nadie.
Que pesadilla las competiciones de surf. Que las hagan en las piscinas de olas y dejen a los locales tranquilos.
ResponderEliminarExcelente idea.
EliminarSe meten a insultar a las mujeres, no a los hombres, muy conveniente. Y que sí, que los campeonatos interesan a 4 y poco más, que a la gran mayoría ni nos va ni nos viene, pero qué quieres que te diga... El tío ese lleva toda la vida surfeando, sabe lo que es meterse durante una competición y ahora va de que no pensó en lo que supondría blablabla. En mi opinión, no cuela. Se metió sabiendo lo que hacía, pero le ha reventado en la cara y ahora se hace la víctima.
ResponderEliminarInteresan tanto como el futbol, y te tienes que tragar toda su mierda así que ala! A jugar a pala
ResponderEliminarEl localismo es una mierda. Las olas no son de nadie, a ver si os enteráis. Me la suda dónde vivas o cuánto tiempo lleves surfeando aquí. El mar no tiene dueño. Si organizan un campeonato con los permisos oportunos te jodes. Y madura!
ResponderEliminarPero no decias que el mar no es de nadie? Aclárate chico.
EliminarEl mar no es de nadie, y por eso no deberían de hacer campeonatos
Eliminar+1000
EliminarEsto de los campeonatos tiene algo que no me gusta ¿con qué derecho una organización puede cerrar una ola para que surfeen solos una lista de surfers seleccionados?
ResponderEliminarAhora bien, puedes oponerte sin utilizar la violencia. Imaginaos en Mundaka: si la gente no está de acuerdo con un campeonato y entran 50 de forma pacífica a surfear, el evento no se podría celebrar. No hace falta gritar, insultar, pegar ni intimidar. Una acción así yo la respetaría.
El derecho último de uso sobre un espacio de playa lo tiene el Ayuntamiento de la localidad. Entiendo que haya gente que se oponga al cierre del espacio, pero a quien deberían quejarse es al Ayuntamiento (quien en última instancia ha decidido cerrarlo en favor del evento) y no a los surfistas que qué culpa tendrán. Si una Organización pide realizar una competición y el Ayuntamiento no da el permiso, no se hará y podrán entrar locales y quien quiera al agua.
EliminarLa única forma de arreglar esto es la privatización de todo lo publico. Una desamortización. Una vez las playas sean privadas, el dueño decidirá que se hace en ellas. Mientras sean públicas, la gente seguirá arrogandose derechos sobre ellas que no les corresponden.
ResponderEliminar¿Qué derecho tienen las carreras a cerrar calles? ¿y los campeonatos de skate a usar skateparks públicos? ¿y los torneos de fútbol playero a ocupar áreas de arena, y los torneos de mus a ocupar mesas de la cafetería de los jubilados? y así podríamos seguir con todo tipo de actividades
ResponderEliminar¿Molestan? pues sí evidentemente, pero si tienes un mínimo de educación respetas a quienes disfrutan con ese tipo de eventos, te adaptas y surfeas en otro sitio ese día, patinas en otra plaza o skatepark, tomas el sol en otro lado de la playa, o vas con tu padre a tomar algo a otra cafetería.
Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de una manera u otra de su afición, sea por libre o sea compitiendo.
Boicotearlo es de niñatos.
Esto es como si los globeros de Mañaria no dejaran pasar a los de la Itzulia o el Tour por Urkiola. Se cae por su propio peso. desgraciadamente, hay demasiado macarra en el mundo.
ResponderEliminarEl localismo bien planteado dista mucho del macarrismo. Todos/as somos locales de alguna playa y responsables de que haya buen o mal ambiente en "nuestro" pico. El surf es para pasarlo bien.