El comienzo de las obras del primer Wavegarden en el norte de Gales ha despertado un gran interés entre la ISA (International Surfing Association), único organismo del surf reconocido por el Comité Olímpico Internacional.
La ISA nunca ha ocultado que una de sus máximas aspiraciones es convertir al surfing en deporte olímpico.
Mientras en el Pacífico Sur el megaswell está dejando imágenes para la posteridad, en Rio de Janeiro, donde están todos los pros integrantes del WCT, apenas rompe una ola desde hace cinco días.
Parece que las previsiones van a mejorar de cara al fin de semana y se pueda celebrar la segunda ronda del Billabong Rio Pro.
Es seguramente una de las categorías que más me gustan de los Billabong XXL. Ver cómo caen los surfistas y son engullidos por montañas de agua para luego, sorprendentemente, salir vivos, y algunas veces con una sonrisa en la cara.
Este año la mayoría de nominaciones se reparten entre el día mágico en Teahupo durante el Billabong Pro Tahiti y las olas mutantes australianas.
En las favelas de Rio de Janeiro, donde la esperanza es lo primero que se pierde, viven dos pequeñajos, Fabio y Nama, que sueñan con ser surfistas profesionales.
Rio Breaks no es solo una película de surf, va más allá, cuenta la miseria de miles de niños que tienen que sobrevivir entre la violencia y la miseria.
Para muchos críos, surfear quiere decir pasar el tiempo en el agua, lejos de la pobreza y la violencia de las colinas, significa estar en un lugar donde todo el mundo es igual, lejos del racismo, y la desigualdad de la que rebosa Rio.