Había que animarse

Pese a que el termómetro no pasaba de los 5ºC, solo funcionaba un pico y las olas de no más de tres cuartos de metro tardaban en llegar decidí tirar al agua el sábado. Las previsones pintaban mal y sabía que si dejaba pasar el baño me iba a arrepentir.


No fue un buen baño, lo reconozco. Fueron pocas olas para el frío que hacía, pero aún así salí del baño contento, volviendo a recuperar sensaciones y sabiendo que posiblemente no habría olas surfeables durante unos cuantos días.

El mar viene muy del norte ya, dejando olas muy pequeñas y con muy poca fuerza. Parece que hoy a la mañana será la última oportunidad de pegarse un baño, no más de medio metro, y para el resto de la semana se quedará casi plato. Parece mentira que en pleno febrero no haya olas.