No hay más remedio que la resignación, no hay mayor esperanza que usar un corchopán, o un tablón; algo con muchos litros que consiga remolcarte mansamente en estas olas tan flojas que rompen durante la semana.
Si otros años la afluencia de furgonetas frente a la playa de Sopelana eran frecuentes, este año es todavía mayor. Es una plaga que asola muchos municipios del Cantábrico durante el verano.
Con unas previsiones que indicaban olas cercanas al metro de altura, periodos de 12 segundos, y vientos flojos, lo que nos hemos estado encontrando estos días ha sido algo diferente.
El surfing es un deporte sencillo. Tan solo necesitas tu tabla, tu traje, y el mar. Parece entonces imposible que algo pueda fallar en el proceso que va desde tu casa hasta el agua. Error.