Después de haberme perdido un par de baños durante el pasado fin de semana, que, por otro lado, no fueron para nada excelentes, había ganas por volver a entrar al agua.
A río revuelto, ganancia de pescadores, que dice el refrán. Un acto multitudinario como la gabarra, que atrae a centenares de miles de personas, entre ellos surfistas, ofrece una buena oportunidad para surfear más que tranquilo.
El turno de mañana se llevó la mejor parte del pastel ayer. Salvo a última hora de la tarde, el viento no paró de soplar, dejando el mar más revuelto que el pelo de Boris Jonhson.
Una vez pasado el desfase de viento, olas, y marea del fin de semana, nos esperan unos días de relativa calma, suficiente como para permitirnos volver a nuestras playas.
Si hace un par de días estábamos sufriendo una ola de frío siberiano, algo normal en invierno, ahora volvemos a la primavera durante unos días con temperaturas agradables para la época en la que estamos, vientos del sur, y muchas olas.