Piedra, papel, o tijera

Había que mirar al mar con buenos ojos, y olvidarse que soplaba el viento, y que no era buen punto de marea, y claro, tener ganas, muchas ganas de meterse al agua.

Sí, lo reconozco, nos metimos al agua ayer. Las condiciones eran lamentables pero necesitaba ir al agua.

Después de media hora de tira y afloja con mi amigo, le convencí para jugarnos si entrar o no a piedra, papel, o tijera. Al que llegase a tres. Perdí estrepisosamente 3-0 pero no me resigné. Avoqué a un baño que me debía, uno hace meses en el que yo no estaba dispuesto a entrar pero que finalmente acepté solo porque el tenía mono. Una serie que se intuía surfeable desde fuera le convenció finalmente.

Por lo menos estábamos solos, y las espectativas eran mínimas. Con pillar un par de olas ya nos conformábamos. No, no fue un baño épico, no salieron de la nada olas tuberas. Siguió soplando el viento del noreste y las series tardaban una eternidad, pero alguna salió, lo suficiente como para que un par más nos siguieran hasta el mismo pico, lo surficiente para quitar ese ansia viva y esperar al día siguiente.

Hoy se espera que las olas sean ligeramente más altas que ayer, sobre el los tres cuartos, alguna serie de más, con vientos flojos del sur a la mañana, y rolando al nordeste a la tarde. Intentaremos repetir.