Optimismo frustrado
Todo indicaba que podía haber baño. Me equivoqué.
Había parado de llover tras días y días de mal tiempo, se habían abierto algunos claros, y el viento empezaba a amainar, así que tiré a la playa con buen talante, esperando algo, un mínimo que me animara a entrar al agua. No sé, una olita con cierta pared, un atisbo de que se fuese a ordenar, algo.
Lo que me encontré fue un patatal. Tres cuartos de metro babosos con un mar picado. Me quedé mirando las posibilidades hasta que el frío me heló los huesos (fueron unos cinco minutos), para irme a casa.
Hoy la cosa ha cambiado. El mar por fin se ha ordenado y las olas, aunque no muy grandes, son surfeables. Soplará el viento del sur hasta el sábado, cuando llegue una nueva marejada. Hay que aprovechar lo poco que se nos ofrezca.

'Había parado de llover tras días y días de mal tiempo, se habían abierto algunos claros, y el viento empezaba a amainar, así que tiré a la playa con buen talante, esperando algo, un mínimo que me animara a entrar al agua. No sé, una olita con cierta pared, un atisbo de que se fuese a ordenar, algo.
ResponderEliminarLo que me encontré fue un patatal. Tres cuartos de metro babosos con un mar picado. Me quedé mirando las posibilidades hasta que el frío me heló los huesos (fueron unos cinco minutos), para irme a casa.'
Mi colega recién divorciado yendo al K-Rock