Al parecer, Morrison estaba tomando unas cervezas con unos amigos en un hotel de Coolangatta, en el Gold Coast de Australia, de donde también son Mick Fanning y Joel Parkinson, cuando fue golpeado, al parecer, sin provocación alguna, con una botella en la cabeza y luego golpeado en el suelo. Según cuenta Wayne Rabbit Bartholomew, excampeón del mundo de surf en 1978, expresidente de la ASP y amigo de Morrison: "El estaba sentado y un tipo se le acercó y le estampó una botella en el cráneo. Creo que el estar sentado le salvó la vida porque si llega a estar de pie hubiera amortiguado todo el golpe con la cabeza. Ha tenido mucha suerte de no haber muerto y de no tener ningún daño cerebral. Tiene un montón de heridas en la cara, parece como si se hubiera golpeado contra el arrecife. Uno de sus ojos está completamente cerrado aunque aparentemente no es grave aunque tenga tan mal aspecto. Se podía haber quedado ciego".

Al australiano este incidente no le ha podido venir en peor momento. Ocupa la 37ª posición en la clasificación del WCT este año y necesita hacer un buen resultado en Billabong Pro J-Bay, que comienza la semana que viene, para no verse abocado al WQS. Parece que podrá participar en esta prueba pese a tener que retrasar su viaje. Le dieron de alta del hospital ayer y ahora se está recuperando en casa. Lo que no se sabe es en qué estado de forma estará cuando comience la prueba.

Según comentan los periódicos salir por la zona de marcha de Coolangatta debe ser bastante peligroso, donde las peleas y agresiones son muy frecuentes, incluso ha habido algún muerto. No voy a entrar a preguntar qué hacía un deportista supuestamente de élite a las tantas de la noche bebiendo cervezas en una zona tan peligrosa, pero seguro que hasta el propio Morrison piensa que como en casa, en ningún sitio.