Dos acontecimientos realmente tristes han conmocionado estos días a todos los que practicamos la pasión de pillar olas en el mar.
Por un lado la muerte de un joven corchero el pasado día 22 de octubre en la playa de Liencres, Cantabria, y por otro el ataque cardiaco de un surfista en la playa de La Arena, en Vizcaya el día 16.