Además de ser ser la capital del postureo en Bali, Canggu ofrece buenas olas, tantas como para que el mismísimo Kelly Slater fuera al agua a pillar unas cuantas.
Poco a poco Bali va saliendo del confinamiento y recuperando el ritmo habitual. Canggu rompió el viernes 12 limpio, bonito, y mucho menos congestionado de lo normal.
Llueve, sopla el viento, y hace frio aquí, un tiempo perfecto para no tener ganas de salir de casa ahora que no podemos. Pero nos llegan imágenes del sábado en Canggu, donde ni las olas, ni los surfistas, se han enterado todavía del Coronavirus.
Después de algunos días de lluvia, Bali a vuelto a ser una isla soleada con olas pequeñas y limpias. Con estas condiciones, fueron muchos los surfistas que se animaron a pegarse un baño en Canggu.
Canggu volvió a ofrecer buenas condiciones el pasado martes, con un mar glassy y olas asequibles para todos los niveles. Eso si, algunos picos estaban abarrotados.
No todo en Bali son olas de arrecife, tubos épicos, y sesiones para no olvidar en toda la vida. Tambíen hay momentos para que los que empiezan puedan disfrutar.
Hasta hace unos años, Canggu, un pequeño pueblo situado en el sur de Bali, era refugio de surfistas, un lugar tranquilo donde huir del masificado y turístico Kuta, donde coger algunas de las mejores olas de Indonesia.