Después de estar mirando durante un buen rato no encontramos un sitio que mereciera la pena para darse un baño. Ereaga y Jefrys estaba demasiado pequeño y el viento del suroeste no daba descanso.

El temporal que estos días nos ha visitado se despide de nosotros hoy después de dejarnos olas de hasta 15 metros en la costa vasca. Ayer la estampa en Sopelana no era demasiado espectacular para el ojo humano. Las olas rompían muy al fondo, unos 500 metros, dejando toda la costa blanca. Pese a estar en bajamar subiendo, las olas llegaban hasta las escaleras.

En Ereaga la cosa cambió. Con la marea más alta las olas se suicidaban contra el espigón del Puerto Viejo o subían tan alto como el faro de Getxo. La policiá había cortado la carretera desde el puerto deportivo en previsión que se volvieran a repetir los incidentes, cuando el mar llegó al paseo, pero esta vez no fue así.

Atentos al jueves porque las previsiones tienen muy buena pinta: vientos terrales y mar ordenada.

Cierto, me equivoqué en mis previsiones. Ayer el mar vino mucho más cargado de olas de lo que me imaginé. En vez del metro y medio, dos metros, llegaron tres a las playas más abiertas. Rompió Mundaka, Ereaga, Arrigunaga, Plentzia, incluso Jefrys aunque muy pequeñito.

Ayer, a falta de un par de horas para la pleamar, las olas de tres metros llegaban a Meñakoz algo revueltas y con un ligero viento del noroeste. Poca gente todavía en el agua aunque poco a poco se fue metiendo gente.

El swell se va despidiendo y hoy la fuerza del mar nos dejará olas de metro y medio y vientos suaves del noroeste.