Con un minuto largo nos basta y nos sobra para saber que la fama que atesoran las olas de Puerto Escondido es merecida.

Una salida a destiempo de Justin Becret en Hossegor y su tabla partida en dos. No hay problema, solo es cuestión de volver a pegarla. ¡Si hasta parece facil!
Por cierto, el de detrás de su ola parece Aritz Aranburu, ¿no?

En momentos desesperados se requieren medidas desesperadas. Eso pensaría en neozelandés Tim Thompson después de que un desconocido recien llegado al pico en algún lugar de Indonseia le saltara dos olas seguidas. Hay que recordar que Nueva Zelanda ha ganado dos veces el campeonato del mundo de rugby.

En palabras de Tim: "A todos nos ha sucedido esto alguna vez. Estás en el agua surfeando, disfrutando de una buena sesión solo con tus amigos. Pero en un momento determinado te atrapa ese sentimiento al ver que 10 personas están remando hacia el pico como misiles. Tenía que suceder en algún momento, por lo que simplemente sonríes y esperas tu turno e intentas disfrutar lo que queda de la sesión. Esto hubiera funcionado si los que acababan de llegar hubieran tenido una actitud diferente, en vez de saltarte las olas, culebrear y en general, con una mala actitud que te hacía sentirte como si estuvieras en una final delWQS.

La suerte tenía preparado que esta persona se volviera a cruzar en mi camino por tercera vez consecutiva. Digamos que mis salida de la ola o la calculé mal o la realicé a la perfección, dependiendo de cómo se vea la situación."

¿Qué hacer en esta situación, aguantarlo y asumirlo, o hacer frente a la injusticia?

Al salir de casa, metiéndola en el coche, en las duchas de la playa, apoyándola contra el suelo, en el agua contra otra o contra una roca, con tu cabeza, etc. Hay infinidad de ocasiones para darle un toque a tu tabla y que te amargue el próximo baño.

Puedes entonces ponerle cinta americana, que es algo así como negarte a aceptar que le ha pasado algo a tu tabla, solamente lo escondes a la vista pero el agua sigue entrando igual.

O también puedes llevarla a tu shaper. ¡Cuántas veces te he dicho que no me traigas la tabla limpia, yo no trabajo con la parafa puesta! ¿y qué es esto? ¿Le has vuelto a poner cinta americana? ¡Joder, fijo que eres de los que se pone la pulserita esta!

Te comes una bronca tremenda mientras el shaper pilla el cúter y empieza a rajar tu tabla para decirte "ven la semana que viene".

¿Y que haces sin tu tabla preferida durante siete días justo en el momento en el que llega el primer swell en años?

Existe una tercera vía, una solución intermedia entre llevarla a arreglar o dejar que te entre el agua, y es arreglarla tu mismo. Estoy hablando de pequeños toques, si es algo más serio mejor que hagas de tripas corazón y la lleves a tu shaper.




Hay otros productos para arreglar las tablas pero el que uso yo es el de Solarez, una resina que se endurece con los rayos del sol. Solamente hay que cortar un poco las zonas dañadas, lijar la superficie, aplicar el producto a la sombra, extender, dejar secar al sol y volver a lijar.

Os dejo unos cuantos vídeos en los que se muestra cómo arreglar diferentes tipos de toques, desde uno en un lateral a otro en el tail, y que te enseña pequeños trucos bastante útiles. Me ha gustado el de poner la cinta de carrocero a los lados del toque para luego lijar menos o la de poner una lámina de plástico encima de la resina para darle la misma forma que a la tabla.

¿Eres de los que estudias o trabajas a las mañanas y solo puedes surfear a la tarde? ¿Te bombardean por el WhatsApp con fotos de un mar glassy y ordenado y cuando llegas a la playa el viento ya ha saltado y solo queda una chusma?

El lunes pasado fue un día mágico en Hossegor con casi todos los picos produciendo olas huecas y redondas dignas de cualquier sueño húmedo surfero, y con el Heroes de Oasis de fondo.

Otro ejemplo de que ayer Las Landas no estaba para tonterías.

La genialidad del surfing Clay Marzo sumado a la perfección de las olas del oeste de Austrlia y captado desde el cielo. La leche, vamos.