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Frases míticas de Le llaman Bodhi

- agosto 18, 2023 - Comenta

le llaman bodhi

A uno, cuando ve 24 años después " Le llaman Bodhi ", seguramente le podrá entrar la risa floja en algunos momentos de la película, pero hay ciertas frases, conversaciones, que son buenísimas (a mi entender, claro). Esta es una pequeña selección de ellas.

- Mucha gente de tu edad aprende surf.
- No tiene nada de malo.
- Tengo 25
- Eso digo.
- Nunca es tarde.
- Ojala te aficiones.
- El surf te cambia la vida, te lo juro.


- Los Ex Presidentes son surfistas.
- ¿Surfistas?
- Surfistas.
- Está clarísimo.
- Mira la línea del bronceado.
- Claro, tiene que ser surfista.
- Pues sí.


- Vuélvete al Valle, tío.


- Me he caído 47 veces y me ha currado un psicópata.
- Hay unos 20 tíos con coletas.
- Paciencia. Hay que ser sutil.



giphy 13

- Ahora me vais a decir que esto es vuestro y que los insectos como yo no deben venir.
- No.
- Eso sería perder el tiempo.
- Sólo te vamos a machacar.
- ¡Cabrón!


- Putos yonquis de adrenalina.
- Espero que no te tragues este rollo banzai.
- ¿De qué hablas?
- Tienes pinta de kamikaze. Se te nota.
- Bodhi lo huele a kilómetros.
- Te llevará al límite.
- O más allá.


- ¿Por qué no puedo llegar con la tabla y hacerme el colgado?
- ¿Y hacer preguntas?
- Verás...
- Mira.
- Míralos.
- Son como una tribu. Tienen su propio idioma.
- No puedes acercarte sin más. Tienes que salir ahí y aprender cómo se hace, cómo piensan, cómo hablan.
...
- Esto es para niñatos que no se afeitan.
- Venga, tú eres el atleta. Es cuestión de equilibrio y coordinación. No puede ser muy difícil.



- Nunca había visto el mar.
- Ningún mar.
- No pensé que me afectaría tanto.
- Me obsesiona, O algo así.
- Quiero hacer lo que hacéis.
- Es la verdad.
- Está bien.
- Vale. Mañana aquí a las 6 de la mañana.
- Si tardas un minuto me habré ido, y esto no es para toda la vida. Te enseño un poco y después sigues solo.



- Ése es Bodhi, le llaman Bodhisattva. Es un salvaje moderno, un buscador.
- ¿Qué busca?
- La ola. La ola definitiva. Está aun más loco que tú.


giphy 2

- Otra vez. En posición.
- Agáchate o te caerás.
- Si arrastras la rodilla, vas al agua.
- Si arrastras el pie, vas con los peces.
- Los dos pies tienen que pisar la tabla al mismo tiempo.
- Eso es. Eso es. Estás surfeando.




- Solo les gusta ser radicales. No saben entender el mar.
- Nunca captarán la vena espiritual.
- No te irás a poner a cantar, ¿eh?
- Podría.
- Aún no has entendido qué es eso de cabalgar las olas, ¿eh?
- Es un estado mental.
- Un mundo en el que te pierdes y te encuentras.
- Aún no lo sabes, pero lo tienes escrito.




- La ola sube.
- Caes al foso.
- Ocho metros de caída.
- Y los cojones, tío, los cojones se te quedan así.
- Todo el mar está rugiendo.
- Empujándote como un tren de mercancías.
- Sí.
- Y si lo pierdes, los peces te despegan del coral.
- Las olas grandes son para machorros suicidas.
- No.
- Es lo máximo. No hay nada comparable.
- Ni el sexo.
- Será porque lo haces mal.
- La ola grande es algo total.
- No puedes pedir tiempo muerto si no te gusta cómo va.

Siente lo que hace la ola y acepta su energía. Sincroniza y después cabalga con ella.

giphy 10

- ¿Cuáles son las mayores?
- ¿Waimea?
- ¿Para surf?
- Sí.
- McCaha.
- Dana Point.
- Bells Beach , Australia.
- Bells Beach no es mayor que Waimea.
- Lo será el año que viene.
- ¿Crees que vendrá la tormenta del siglo?
- ¿Qué tormenta es esa?
- Es una leyenda.
- No, es real.
- Absolutamente real.
- Todo va en ciclos.
- Dos veces por siglo, el mar nos dice lo pequeños que somos.
- Una tormenta sale de la Antártida y manda una enorme onda hacia el norte, a 3.500 kilómetros.
- Y cuando llega a Bells Beach forma la ola mayor del mundo. Y yo estaré allí.
- ¡Y yo!
- Si quieres lo máximo, tienes que pagar el precio.
- No es trágico morir, si te gusta.
- Así quiero morir yo.
- Joder, no cumpliré los 30.


- Bodhi, ha muerto gente. Se acabó la ola.
- Ah, no. Yo digo cuándo se termina.
- No, y nadie saldrá. Habría que estar loco, tío.
- Es la muerte segura, colega.
- ¿Has perdido algo?
- Agente especial Utah. Sabía que podía contar contigo.
- He estado en todo México.
- En Baja encontré un fiambre no reclamado.
- Resultó ser Rosie.
- Se peleó con uno mejor que él.
- Encontré un pasaporte tuyo en Sumatra .
- Me sacaste una semana en Fiji.
- Pero sabía que no te perderías la tormenta de los 50 años.
- Sí.
- Es una pena.
- Encuentras tus olas y está cerrado.


- ¿Alguien se ha metido?
- No, y nadie se meterá.
- Habría que estar loco, tío.
- Es la muerte segura, colega.
- Vamos, Bodhi.
- Es hora de irse.
- Sabes que tienes que venir.
- Lo siento, amigo.
- Les dije que no te resistirías.
- ¡No!
- ¡Sabes que no soportaré la cárcel!
- ¡Me da igual! ¡Tienes que pagar!
- Tiene que ser así.
- Está bien, tío.
- Estoy jodido.
- Pero mira eso, Johnny.
- ¡Míralo!
- ¡Es una oportunidad única en la vida!
- Déjame salir y pillar una ola antes de irnos. Sólo una.
- ¿A Dónde voy a ir, tío?
- Hay acantilados. No voy a remar hasta Nueva Zelanda .
- Toda mi vida esperé este momento.
- Vamos, compadre.
- Vamos.
- ¡Vamos!
- ¡Qué coño hace, Utah?
- ¡Le ha dejado escapar!
- No.
- ¡El tío está loco!
- Le cogeremos cuando vuelva.
- No va a volver.


La carrera cinematografia de Gerry Lopez

- julio 21, 2023 - Comenta
gerry lopez
Gerry Lopez además de ser un virtuoso surfista, un revolucionario de la tabla corta, y un excelente shaper, ha sido durante años un aficionado a la interpretación, apareciendo en unas cuantas películas bastante conocidas.

Todo vino de su amistad con el director y guionista John Milius, artífice de películas como Apocalypse Now, Harry el Sucio, o Las aventuras de Jeremiah Johnson, entre otras.


Quitando películas, o mejor dicho documentales totalmente surferos, como Five Summer Stories, Morning of the Earth, o Tubular Swells, el debut en el cine vino en 1972 cuando Milius le dio la oportunidad tener un papel en la filmación de El Gran Miércoles. Gerry hizo de si mismo un papel que con el que no tuvo demasiadas dificultades.

gerry lopez Apocalypse Now

En 1979 pasó desapercibido durante la grabación de Apocalypse Now, dirigida por Francis Ford Coppola, y donde John Milius hizo de guionista. Lopez dio vida a uno los hombres del coronel Kurtz.




En 1982 tuvo su mayor éxito en el cine interpretando al arquero Subotai junto con Arnold Schwarzenegger en Conan el Bárbaro, grabada en los paisajes de Almería y en la sierra de Madrid.





"Un día John Milius (director de cine y surfista) me llamó por teléfono. Yo no sabía quién era, no existía internet para saberlo todo de alguien en el momento, pero él decía que lo sabía todo de mí", comentó en una entrevista a JotDown. "Era 1976 y me invitó a California para discutir sobre un papel en Big Wednesday. Yo había trabajado en un número de películas menores sobre surf, pero nada de esa categoría. Así que fui a Hollywood y probé todo aquello: fiesta casi cada noche, alcohol, drogas… Recuerdo que un día me levanté demasiado tarde y vi que había una buena marea. Las olas estaban ahí, pero el viento ya las había destrozado. Lo dejé y no he vuelto a probar las drogas desde entonces


conan the barbarian
Gerry Lopez en Conan el Bárbaro


Pero no abandonó el cine. "Otro día, John Milius me llama para decirme que ha escrito un papel para mí en Conan el bárbaro: el de su compañero, Subotai. En un principio me asusté porque aquello era más que un papelito en una película de surf, era el de un actor secundario con presencia de principio a fin de la cinta".

"Fue muy divertido. El rodaje se iba aplazando sin fecha y Arnold y yo pasamos un año juntos antes de venir a España y trabajar en la película. Luego rodamos durante cuatro meses en Madrid y dos en Almería. Ninguno de los dos teníamos ni idea de actuar, así que nos daban clases de interpretación y esgrima. Teníamos un maestro japonés que también sale en la película. Fue una gran experiencia".


Los rumores decían que aprovechó una visita al País Vasco para surfear en Mundaka pero el propio Lopez lo desmintió: "Es mentira. Necesitábamos un tipo de arco muy particular y solo se podía conseguir en Bilbao. Fuimos, lo compramos y nos volvimos a Madrid el mismo día. Eso fue todo".



Ya en el 87, Gerry se involucró en quizá su peor película, North Shore, la historia de un joven surfista que viaja de Arizona a surfear a las playas de Hawai. Allí se encontrará con un poco amable Gerry Lopez, que interpreta a Vince un surfista local hawaiano.



gerry lopez John Milius
Gerry Lopez junto con John Milius

Las 5 fases por las que pasarás cuando te quedes sin olas

- junio 06, 2023 - Comenta
etapas
Si eres surfista y llevas un largo periodo sin olas es muy posible que estés, o hayas estado en alguna de estas fases.

Fase 1: Negación

 fase

Pese a que hayas visto por la webcam que el mar está plato y te hayan llegado varios mensajes al móvil corroborándolo, irás a la playa para comprobarlo. Te pasarás horas mirando el mar repitiendo el mantra: "se va a poner, se va a poner".

Finalmente, viendo que ni en alta, ni en baja, ni en media marea se ha puesto, te fijarás en esa ola que rompe en la orilla de no más de 20 centímetros y te intentarás convencer de que es surfeable.

Irremediablemente volverás a casa con el traje seco y tu autoestima por los suelos, volverás a chequear las previsiones y afirmarás ver la llegada de una marejada fantasma más pronto que tarde: "Si el swell que se está creando en Groenlandia rebota con el anticiclón de Surinam podría dejar medio metro en Salinas. Solo tendría que salir de aquí a las 3 de la mañana y hacerme cuatro horas en furgo".

Este autoengaño puede suponer el riesgo de sufrir aislamiento debido a la inclinación a aceptar solo tu visión de la realidad. Es el comienzo de la fase dos.

Fase 2: Ira

violencia.webp 

El fin de la negación va asociado a sentimientos de frustración y de impotencia. Dicha frustración conlleva a su vez la aparición de enfado y de ira, como sucede en general.

En esta fase cualquier mención al mar o a las olas por parte de alguno o algunos integrantes de tu grupo familiar puede desencadenar en una bronca de tres pares de narices. Es aconsejable no estar a menos de cinco metros de un surfista que lleva sufriendo un plato de más de diez días seguidos (30 en el caso del Mediterráneo).

Durante la etapa de ira la persona busca atribuir la culpa a algún factor, como puede ser otra persona o incluso uno mismo. Echarse la culpa de habee salido antes de tiempo del último baño, no tener una tabla con más litros en su quiver, o echarle la culpa a la pareja por haberle obligado a hacer la compra del mes justo cuando todavía había olas suele ser muy habitual.


Fase 3: Negociación

joven rezando iglesiaEn la fase de negociación la persona guarda la esperanza de que puede influir de algún modo en la situación. Un ejemplo típico son los pacientes que piensan que por volver a misa y poner una velita a la Virgen, o mirar continuamente el mar, las olas van a aparecer de la nada. Se miran vuelos de última hora a Maldivas o Indonesia, o incluso se manda algún correo a Wavegarden intentando mendigar alguna ola.



Fase 4: Depresión

depresion 

En este periodo la persona empieza a asumir de forma definitiva la falta de olas, y ello genera sentimientos de tristeza y de desesperanza junto con otros síntomas típicos de los estados depresivos, como el aislamiento social o la falta de motivación.


El paciente deja de mirar webcams, noticias y vídeos de surf, no pasa por la playa ni para jugar a palas, y se recluye en casa abrazado a una bolsa de ganchitos mientras ve durante horas y horas telefilmes alemanes en Telecinco.

Fase 5: Aceptación

palas
Después de las fases de negación, ira, negociación y depresión llega la aceptación y la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión de que los periodos sin olas son fenómenos naturales en la vida humana.

Uno comienza a hacer vida 'normal', e intenta rellenar el espacio que ocupaba el surfing con cosas más triviales como la familia o el trabajo. Una vez llegado a esta fase el paciente se ve capaz de volver a la playa sin sentir ningún tipo de ansiedad. Ya no lleva la tabla de surf en el coche, ni ninguna parafernalia relacionada.

El paciente creerá que es feliz, pero realmente solo está en modo 'reposo' hasta que llegue un nuevo swell. Ahí volverá otra vez a la Fase 0, estado de euforia.

 

¿Y tú, en qué fase estás?

Cuando el CT llegó a una piscina de olas en 1985

- mayo 24, 2023 - Comenta
World Inland Surfing Championships 06
El Surf Ranch Pro no es la primera prueba del CT que se va a celebrar en una ola artificial. Ya en el año 1985 se celebró el World Inland Surfing Championships y fue un desastre. Esta es su historia.


En aquel entonces el campeonato del mundo constaba de 20 pruebas y a la organización de la ASP le pareció una buena idea el incluir una prueba en una ola artificial. Era la solución perfecta para los problemas que tenía el surf para ser retransmitido por televisión, además de ser un reclamo perfecto para los anunciantes.



La ola elegida fue la de Dorney Park, en Allentown, Pensilvania, a más de 160 kilómetros de la playa más cercana, un parque acuático al que añadieron una piscina de olas que costó 10 millones de dólares de aquél entonces.



Con la intención de causar un gran impacto mediático, el Dorney Park trajo a algunos de los mejores surfistas del circuito profesional para la primera competición del CT en una ola artificial, entre el 19 y 23 de junio de 1985, pocos días después de que el parque abriera sus puertas por primera vez.



El evento atrajo a 70 surfistas, incluidos 25 de los 30 mejores del mundo, para competir por 25.000 dólares en premios en olas que supuestamente iban a llegar a los 7 pies de altura.



"Definirlo como revolucionario es probablemente subestimarlo", declaró Jim Karabasz, un entusiasta del surf de toda la vida que era entonces el Director de Surfing de Dorney Park y uno de los artífices de hacer llegar el CT a su piscina.



Karabasz contacto con la ASP el año interior para venderles la idea de realizar una competición en una ola artificial, y les pareció una gran ideal, "llevar el deporte a la gente" así que dieron el visto bueno y se convirtió en una de las 20 pruebas del CT del 85.



La competencia fue un choque de culturas. La gente no estaba acostumbrada a ver tablas de surf y a sus estrellas con sus rubias melenas en medio de Pensilvania. Incluso la policía local les miraba raro cuando llevaban sus tablas de surf desde el hotel hasta el parque acuático.

World Inland Surfing Championships 02


 

"Salimos del coche, Pottz, Elko, el Sr. X (Glen Winton) y yo", recuerda Tom Carroll. "Allí estábamos, de pie, con nuestras tablas bajo el brazo al borde de una piscina y pensando: ¿pero qué es esto?. En ese momento pensé que aquel era el lugar más extraño del planeta para un surfista. El tipo que dirigía el evento se sumó al grupo. Recuerdo que usaba unos shorts ajustados de gimnasia que hacían que mi bañador pareciese holgado".



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Y fue muy parecido el choque entre los surfistas y las olas artificiales que ninguno de ellos había probado hasta entonces.



Las olas fueron terriblemente malas durante todo el campeonato. Un gorgoteo, que parecía provenir de las entrañas de la piscina, precedía a una descarga de agua similar a la de un water tamaño industrial, formando una ola de altura de la rodilla. Los surfistas no habían visto nunca nada parecido, en gran parte porque el intervalo entre olas era de tres segundos. El campeonato parecía estar destinado a ser recordado como una broma. "¡Pero lo curioso es que ni siquiera fue la peor ola del tour de aquel año!"- comentaba Carroll a Surfer Magazine, que había ganado el título mundial el año anterior en Florida gracias a las olas generadas por una lancha que la organización conducía a toda velocidad en paralelo a la orilla de la playa.

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Cada ola de la piscina era una réplica exacta de anterior. Generadas por ordenador, salían desde una larga rejilla de metal situada en el extremo de la piscina en grupos de 15 olas, una ola cada 2 segundos y medio. A esas 15 olas les seguía una pausa de 2 minutos, hasta que la máquina creaba otra serie de 15 olas. Durante las mangas casi todos los competidores siguieron la misma táctica. Sentados, se balanceaban durante las 14 primeras olas de la serie, ante la creencia no probada de que la última ola sería mejor que las 14 anteriores. Todos surfearon exactamente 10 olas en cada manga. Todos cogieron sus olas de cara. Y prácticamente todas las olas fueron iguales: tras una remada potente, un primer reentry rápido y fuerte, seguido de un segundo reentry más flojo, y fin de la ola. Eso era todo, no había otra opción que realizar.

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"Me di cuenta pronto," recuerda Tom Carroll. "Después de surfear toda mi vida en el mar y tener que lidiar con sus múltiples variables, descubrí que lo que había que hacer en la piscina era coger la undécima ola. Entonces, el surf se convirtió en una ecuación matemática. Sabía exactamente cuántos giros podía hacer, y en qué parte de la ola tenía que estar en cada momento. Podía literalmente coreografiar cada una de mis olas".



Para el día de las finales, la novedad se había esfumado y los espectadores también. La final entre Tom Carroll y Derek Ho se celebró sin apenas público, y finalmente Carroll se llevó el triunfo y loas 4.500 dólares.



El campeonato fue un fracaso, tanto por la asistencia del público, por las sensaciones de los surfistas, y por supuesto, por las olas. Pese a que se intentó volver a llevar otra vez una ola artificial al CT, la idea fue desechada. Hasta hoy.


Artículo basado en:

The 11th Wave (Surfer)
Tom Carroll, 1985, At the World Inland Surfing Championships in Allentown, Pennsylvania
Remembering when pro surfers would catch a wave at Dorney Park's Wildwater Kingdom
Historia de las piscinas de olas: el desastroso campeonato del mundo de 1985 en el Wildwater Kingdom

World Inland Surfing Championships 03

World Inland Surfing Championships 04

World Inland Surfing Championships 05

8 sintomas para detectar la adicción al surf

- noviembre 20, 2022 - Comenta
adictos al surf
La adicción al surf es un tema delicado pero alguna vez hay que hablar de ello, ya que el primer paso es detectar la enfermedad, para luego poder tratarla, si es que se quiere. Como otras psicopatologías, la clave para un tratamiento eficaz es la detección precoz.

Tanto las causas como los síntomas de la Adicción al Surf están perfectamente definidos. Como servicio a nuestros lectores a continuación detallamos una serie de señales de peligro que requieren atención inmediata cuando son detectados, tanto en uno mismo como en alguien a quien aprecies.


1.- Pérdida del apetito sexual. ¿Has cancelado tu suscripción al Pornhub por la del Surfer's Journal?¿En vez de alquilar un vídeo porno te has ido directamente a la sección de deportes para ver si hay una copia de September Sessions? Este es uno de los signos más evidentes de la adicción al surf.


2.- Problemas continuos en el sueño. Cuando uno de mis clientes describe este síntoma, inmediatamente sospecho de la Adicción al surf. El paciente suele hablar en sueños, incluso puede padecer sonambulismo.


El sueño suele ser siempre el mismo en esta enfermedad. Normalmente el paciente suele soñar como llegan olas de dos metros en el horizonte cuando está en el agua pero se da cuenta que no puede mover los brazos.


En otros casos el sujeto sueña con conducir hasta una colina cercana a la costa y ver perfectas series de olas solitarias rompiendo en la playa.


3.- Disminución de la motivación profesional. Adictos al surf encuentran que su vida personal y profesional es consumida por la búsqueda interminable de buenas olas. Los síntomas incluyen chequear todas las previsiones de oleaje en internet (en contra de las normas de la empresa), mandar constantemente correos o mensajes de móvil a los amigos para asegurarse cuando llega ese swell o quedarte con la mirada en blanco en las reuniones. Este último síntoma suele ir acompañado por una embarazosa descarga nasal (acuérdate de esa serie asesina que te pilló desprevenido) en el contrato que debías hacer firmar al cliente.



4.- Distracciones en la conducción. La Dirección General de Tráfico han notado que en las carreteras cercanas a la costa hay un mayor índice de accidentes. Las estadísticas revelan que el conductor suele fijar su mirada fuera de la carretera hacia cualquier pico mientras conduce extremadamente despacio para poder ver la serie. Si has experimentado más de tres accidentes cerca de la costa en el último año es un signo seguro de tu adicción al surf.


5.- Cambio el los hábitos alimenticios. ¿Sueles comer un plátano con un yogur en plan sanote antes de meterte en el agua? Luego, después del surfing, ¿sueles consumir 2.000 calorías de cualquier cosa que encuentres en la nevera o alrededores?


6.- Múltiples indicadores físicos. Muchos de los pacientes tienen serias correlaciones entre su adicción psíquica y física al surf. El sujeto suele estar rascándose continuamente las piernas y otras partes del cuerpo debido a las erupciones provocadas por el traje o la tabla. Las heridas en los pies o/y las rodillas pueden ser otro síntoma, al igual que los problemas para peinarse debido a la sal marina.


7.- Sindrome de la cabeza/manos trasplantadas.  ¿Tienes un color de piel caribeño en las manos y la cabeza tan marcado que parece que te las han trasplantado de otro cuerpo? Un signo evidente de adicción al surfing.


8- Acumulación de parafernalia. Los adictos son conocidos por coleccionar gran variedad de objetos y herramientas relativos con su hábito. En el caso de la adicción al surf suelen tomar la forma de una montón de tablas (ya se usen o no), varios trajes de surf, bacas, inventos, toallas de playa, licras o cascos suele completar la colección.


Si cualquiera de estos síntomas persiste, la persona, quizá seas tu, puedes estar sufriendo de Adicción al surf. Nuestra recomendación es que contactes con un terapeuta certificado por la ASP (Association of Surfing Psychologists).


Basado en un relato de Surf Humor
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