Muere un surfista en Santa Cruz tras el ataque de un tiburón
Isla Reunión prohibe el surfing
Trajes de surf anti tiburones
Nueva muerte en Isla Reunión a causa del ataque de un tiburón
Mordido por un tiburón y sonriendo
Nadando junto a un tiburón blanco
Pero Ocean Ramsey, una joven submarinista, está habituada a nadar entre ellos sin que le hagan daño alguno. Aquí la vemos nadando con un tiburón blanco, una especie de peligro de extinción, para demostrar que esta especie no es tan fiera como la gente dice. Incluso pudo tocarlo sin que hubiera una sola reacción violenta por parte del escualo.
Un tiburón peregrino en Sanjuan de Gaztelugatxe
Surf y tiburones
Desde el comienzo de los tiempos, el hombre ha tenido miedo al tiburón. Acostumbrados a ser nosotros los depredadores, a dominar todo lo que nos rodea, el hecho que un "pez" pueda convertirnos en su presa inquieta mucho. Más aún a los surfistas, que pasamos mucho tiempo en el agua.
Si además le sumamos la mitificación y exageración de los ataques de tiburones en películas, noticias y telediarios, la inquietud pasa al miedo e incluso al pánico.
El documental sudafricano Surfing and Sharks, acostumbrados como nadie a convivir con los escualos, trata de explicar la relación entre los surfistas y los tiburones en aquel país, sobre todo en la zona entre Ciudad del Cabo y Durban, un área con una gran cantidad de especies de tiburones, incluyendo cinco potencialmente peligrosas.
Andrew, un chaval de quince años, hijo de un pescador local, el único joven al que se le permite surfear durante la migración de las sardinas, Lungani, que proviene de un pueblo en donde se ha temido al mar desde siempre, y Avuyile, un lugareño de 16 años que vive cerca de donde se han producido muchos ataques de tiburones, incluido el de su hermana pequeña y el de algunos amigos, serán los protagonistas de esta cinta, que intenta separar el grano de paja, la realidad del mito, y darnos una imagen real de lo que es la convivencia de los surfistas con los tiburones.
Más información: Surfing and Sharks
Ya no quiero estas olas
Es decir, si que las quiero, pero después de leer que el director y un comentarista del Billabong Pro, sobrevivieron hace unos días a un ataque de un tiburón no se si las disfrutaría.
Resulta que Nick William, comentarista del Billabong Pro, y Eric Stedman, director del evento, estaban surfeando junto con Occy, Luke Egan y Hully Seth en una playa algo más al norte de Jeffrys, en Seal Point, un lugar más abierto donde normalmente entran más olas.
En palabras de Stedman: "Habíamos visto una foca antes, había estado jugando a nuestro alrededor. Entonces vi es cosa enorme, oscura, y pensé que era la foca. No lo era. Entonces comprobé como dos aletas salían del agua, habría unos dos metros de distancia entre una y otra, y vi como el tiburón giró, entro en modo ataqué, cortando el agua cerca de Nick".
"Estaba pegado a mi, me quedé helado y me dije, 'este es el fin'". dijo William.
Rápidamente, Erik pilló una ola si se salió del agua. Algún tiempo después lo hizo Nick. "Iba mirando por encima del hombro, esperando a que me atacase" comentaba. "Recuerdo que pensé: voy a ver como esa cosa me va a atacar".
Finalmente consiguieron llegar sanos y salvos a la arena, donde avisaron a los demás surfistas que estaban en el agua.
Se da la casualidad que en ese mismo lugar, hace 10 años, un surfista británico perdió parte de una pierna por el ataque de un tiburón blanco.
Fuente: Zig Zag Magazine
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Surfeando con una orca
Leo en El Mundo Deportivo que una gran orca se acerco a un grupo de surfistas de Taranaki (Nueva Zelanda) y todos salvo uno salió corriendo del agua.
Craig Hunter, que así se llama el valiente, se quedó solo en el pico junto con la orca, con todas las olas para el, mientras disfrutaba del espectáculo. Sangre fría la de esta persona que a los 16 vio morir a una chica por el ataque de un tiburón.
Quizá sabría que no se conoce ningún caso de ataque de una orca salvaje a un humano. Yo hubiera sido de los primeros en salir.
Una orca se cruza con un surfista pero éste sigue surfeando
Craig Hunter, apodado Billy, un surfista de Taranaki (Nueva Zelanda) estaba disfrutando de las olas en Stent Road cuando vio a una gran orca delante suyo. Billy, al contrario del resto de surfistas de la playa, siguió en el mar disfrutando de las olas como si nada ocurriera con la única compañía de otro surfista, aprovechando el espacio que habían dejado los demás bañistas que huyeron a la orilla nada más ver acercarse a la orca. "Es una de esas situaciones donde sólo puedes disfrutar" afirmó a la agencia de noticias NZPA según publica este martes el 'Otago Daily Mail'.
Con ese punto de 'locura' característico de algunos sufistas, Craig aseguró que "en absoluto iba a salir del agua porque las olas eran demasiado buenas" pese a la presencia del cetáceo, apodado comunmente como 'la ballena asesina'. El surfista explicó que la orca estaba a "unos doscientos metros, pescando un poco" durante "30 o 40 minutos". "Entonces decidió acercarse y mirar que estaba pasando donde yo estaba. Sólo cruzó delante mío y entonces creo que se marchó" confirma Hunter.
Pese a ser "un poco prudente" por haber visto el fallecimiento de una chica por el ataque de un tiburón cuando tenía 16 años, Craig dijo que se tiene "una gran sensación". También aseguró que, aunque no pasa demasiado, "vemos ballenas algunas veces cada verano, son increíbles. Estaría bien ver algunas más". Jane Dove Juneau, autora de la fotografía, asegura que había "dos orcas pequeñas más" junto a la grande, aunque el surfista reconoció que no las vio porque "estaba demasiado ocupado surfeando".
Más información:
- Una orca se cruza con un surfista pero éste sigue surfeando [El Mundo Deportivo] [13/01/09]
Vía Sergi Porqueras
De paseo con el tiburón
Que se produzca un ataque de tiburón en las costas australianas es relativamente frecuente. Un surfista espera placidamente una ola cuando es atacado por un escualo que le deja malherido o muerto. Trágico pero normal. Deja de ser una noticia. Lo que distingue este ataque de los demás es el toque cómico-trágico que tiene.
John Morgan, un veterano surfista de 51 años estaba surfeando en una playa de la pequeña localidad turística de Byron Bay cerca de Camberra cuando un enorme escualo de casi tres metros de largo le atacó desde abajo y en el último momento esquivó al surfista. Falló en el ataque o vio que no era lo que estaba buscando. No se sabe. El caso es que la cola del pez se enredó en el invento y le estuvo arrastrando durante decenas de metros. Ya más de 100 metros de la costa Morgan reaccionó y pudo sujetarse a la tabla hasta que el tiburón pudo liberarse y desapareció, sin causar daño alguno al surfero.
"Justo cuando venía una ola vi una gran estela en el agua e inmediatamente fui arrastrado. Sentí como si estuviera tirando de mi una moto de agua. Pero no era una moto, era un tiburón. Se había enganchado a mi invente y me tiró unas 150 yardas hasta que se pudo soltar por si solo. El agua estaba tan sucia que no pude saber que tipo de tiburón era pero era de más de 10 pies. Creo que estaba tan asustado como yo.", narró Morgan a los presentes.
El coordinador de emergencias Stephen Leahy comentó que Morgan hizo lo que no suele hacer nadie en esa situación: "No le entró el pánico. Salió del agua y directamente fue a avisar a los servicios de emergencia," Leahy comentó.
Se desconoce si Morgan tiene nietos pero si es así ya tiene una buena historia que contar.