Tras un pegajoso y sofocante día en el que los termómetros llegaron a superar ampliamente los 30ºC, la llegada de una galerna alivió el calor y dejó vientos de más de 100 km/h en algunas zonas de Gipuzkoa, Bizkaia, y Cantabria.
Ya han pasado más dos semanas, casi tres, desde el inicio del confinamiento. No se si en los últimos 20 años he pasado tanto tiempo sin surfear, pero de lo que estoy seguro es que nunca he pasado tanto tiempo sin ver el mar.
Ayer fue uno de esos días en los que dudas si entrar o no. Las condiciones estaban al límite de pasarse en Sope y en el maletero del coche solo había una 5'7.
Con olas lo suficientemente grandes para que en playas más abiertas estuviera pasado, y demasiado pequeño para los lugares más protegidos, ayer a la tarde la búsqueda se iba a hacer interminable.
Ayer por fin tuvimos un día de invierno en pleno invierno, algo que debería ser normal pero resulta novedad este año. Olas grandes, viento del norte, y lluvia, fueron la tónica general ayer.
Siendo un sábado soleado de viento sur, y un mar pasado en todo el Cantábrico, estaba claro que la gran mayoría nos refugiaríamos en el Abra en busca de un baño.
Mientras a la mañana todavía encontrábamos buenas condiciones para el surfing, con un mar gordo pero en descenso, a la tarde el viento cambió no dando demasiadas oportunidades. La única ola buena que ví no estaba precisamente al alcance.