Seguimos como durante toda la semana, con un mar algo tocado de viento, cercano a los dos metros de altura. Y seguiremos así los próximos días.

Con olas lo suficientemente grandes para que en playas más abiertas estuviera pasado, y demasiado pequeño para los lugares más protegidos, ayer a la tarde la búsqueda se iba a hacer interminable.

Ayer por fin tuvimos un día de invierno en pleno invierno, algo que debería ser normal pero resulta novedad este año. Olas grandes, viento del norte, y lluvia, fueron la tónica general ayer.

Mientras a la mañana todavía encontrábamos buenas condiciones para el surfing, con un mar gordo pero en descenso, a la tarde el viento cambió no dando demasiadas oportunidades. La única ola buena que ví no estaba precisamente al alcance.

Faltaba todavía una hora para la pleamar y la playa había desaparecido, llegando las olas a chocar contra el acantilado.

Después de semanas con pequeñas marejadas que nos han permitido surfear en las playas más abiertas, toca sacar el pincho y buscar resguardo.

Sin duda alguna, el gélido viento del este fue ayer el protagonista del día, un viento que te dejaba congelado nada más entrar al agua.

Con temperaturas más típicas de la primavera que de pleno invierno, ayer rompieron bonitas olas cercanas al metro de altura y una brisa continua del sur.

Después de varios días en los que un gran swell ha estado azotando nuestras costas, este se va retirando de forma perezosa. Este fin de semana tendremos un poco de todo.

Con las boyas marcando olas por encima de los cinco metros el baño pasaba casi necesariamente por Ereaga, ya fuera en Jefris o en el resto de la playa de Ereaga.

Ayer continuamos con buenas condiciones para el surfing aunque la prevista subida de mar se atrasó un poco.

Los partes se quedaron cortos ayer. Hablaban de un mar muy pequeño pero finalmente rompieron olas de entre el medio metro y los tres cuartos en un mar precioso y limpio.

Ayer, las olas eran más pequeñas, el mar más ordenado, y el frío el mismo. Cometí el descuido de no colgar el traje el día anterior así que con ocho grados en el termómetro me tuve que calzar el traje mojado. Un par de carreras por el parking, otro par por la playa, y al agua.

Con el traje todavía húmedo, una fina lluvia, y un frío que pela, uno se lo suele pensar dos veces antes de entrar al agua, pero esta vez el mar estaba tan limpio que estaba claro.

Pese a lo que apuntaban las boyas de oleaje y las previsiones, ayer en Sope rompieron bonitas olas y apenas sopló el viento.

Típico día en el que las playas más resguardadas apenas ofrecían olas, y las más abiertas estaban pasadas o cerca de hacerlo.

Otro fin de semana de condiciones perfectas para el surfing. Ayer, con olas cercanas a los dos metros, viento inapreciable, y periodos cercanos a los 15 segundos, la gran mayoría de playas estuvieron recibiendo olas excelentes.

Esta vez no nos podremos quejar de las olas que hemos tenido estas pasadas navidades. Dos semanas de sol, vientos flojos, y olas de playa. Eso si, mucho frío.

Ayer, durante toda la mañana y toda la tarde, el mar no paró de bombear series limpias y bien formadas bajo cielo azul.

Las expectativas para este fin de semanas son bastante buenas, con un mar potente y vientos suaves, en general del sur.