Cuanto peor, mejor para todos

Recupero esta gran cita de Mariano Rajoy para definir la sesión de ayer: "Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos, mejor".

Llegué al parking y apenas soplaba algo de viento del norte y las series llegaban muy mansas a la orilla. Demasiado anortado el mar, demasiado poco periodo, y demasiada poca chicha. ´

 

Aun así, entré, solo para probar. Lo único que tenía que perder era mojar el traje y una hora de mi vida.

 

Las olas eran una ruina total, y los fondos no ayudaban nada. Desde el paso del huracán Erin, la arena se ha movido y quedan unos socavones tremendos que deshacen las olas en ciertos puntos de marea. 

 

Pero justo cuando pensaba salir, cambió el viento con la llegada de un gran nubarrón que dejó un auténtico aguacero. Ese viento del noroeste desordenó el pico, pero también le dió el empuje a las olas que se necesitaba. No, no es que fuera un bañazo, pero las condiciones mejoraron. Lo dicho, cuanto peor, mejor para todos.

 

Hoy está plato, ni con el viento, la pleamar, y la ayuda de Rajoy encontraríamos baño en algún lado.